En la secuencia puede observarse cómo la gente observa algo fuera de cuadro y comienza a desesperarse por salir del camino. Entonces se ve pasar la camioneta a alta velocidad.
Las imágenes fueron captadas por una cámara de seguridad de un comercio sito sobre al Rambla de Barcelona donde hace poco más de una semana se produjo el atentado yihaidista.
En la secuencia puede observarse cómo la gente observa algo fuera de cuadro y comienza a desesperarse por salir del camino. Entonces se ve pasar la camioneta a alta velocidad.
Los pasados 17 y 18 de agosto 15 personas murieron en atentados en Barcelona y Cambrils (Tarragona). Trece a consecuencia del atropello masivo en la Rambla de Barcelona causado por una furgoneta en la tarde del 17 de agosto; otra, apuñalada minutos después por el conductor de la furgoneta para robarle el auto.
Otra persona perdió la vida en el ataque de Cambrils (Tarragona) perpetrado por los terroristas a primera hora de la madrugada siguiente.
Los atentados provocaron más de 130 heridos, la mayoría en Barcelona y 5 en Cambrils, 40 de los cuales permanecen hospitalizados.
Por otra parte, La comunidad musulmana en España condenó hoy de forma unánime los atentados de la región de Cataluña de la semana pasada, en los sermones pronunciados por los imanes en los rezos del viernes, día sagrado para el islam, o al término de estos en concentraciones silenciosas.
“Los actos de barbarie no tienen nada que ver con el islam”, aseguró el imán Hussam Khoja en la conocida como Mezquita de la M-30 en Madrid, la mayor de España, y negó que esos templos sean “lugares de instrucción de terroristas”.
Se considera que el mentor y líder de la célula autora de los atentados de Cataluña fue el imán de la localidad de Ripoll (provincia de Gerona) Abdelbaki Es Satty, que murió en la detonación de la casa de Alcanar (provincia de Tarragona) donde los terroristas estarían fabricando explosivos para los ataques.
Ante unas 1.500 personas, el imán de Madrid subrayó hoy que la comunidad musulmana se une al dolor de los familiares de los fallecidos en los ataques de Barcelona y Cambrils (provincia de Tarragona), que causaron 15 víctimas mortales y más de un centenar de heridos.
También se rechazó el extremismo y el fanatismo en otras mezquitas, donde se guardó un minuto de silencio por las víctimas, y en concentraciones silenciosas de musulmanes en diversos puntos de España, como en las norteñas Pamplona y Burgos.
Los musulmanes insisten en distanciarse de cualquier acto violento, condenar a sus autores y expresar su repulsa al terrorismo porque, aseguran, estas acciones atentan contra los códigos éticos del islam.